La gente te mira, tú miras abajo, arriba, a la izquierda o a la derecha - nunca a ellos. Te toca levantarte y hablar en público, golpeas los talones 3 veces deseando que no haya ningún lugar como casa... ¿Le piden su opinión, pero usted quiere estar en cualquier otro sitio y acaba dando una respuesta superficial, murmurando o incluso huyendo? ¿Alguien le da su opinión sobre una idea que tiene o sobre lo que hace y usted cree que le está criticando, personalmente, que no se interesa por usted? ¿Le ocurre esto con regularidad?
Si responde afirmativamente a una o varias de ellas, ¡le falta confianza en sí mismo!
Pero estoy segura de que no necesita que se lo diga y no estoy aquí para darle una paliza. Quiero darle una garantizado Guía de 60 segundos para conseguir y mantener la confianza en sí mismo. Pero primero, no, no hay bala mágica, ninguna píldora especialy ninguna poción supermaravillosa.
¿Qué es?
No necesita pedir permiso a nadie para ello. No necesita esperar a que ocurra un acontecimiento notable o predefinido en su vida, como un cumpleaños, un ascenso, un aumento de sueldo, una boda, un divorcio, Hanukah o bah-mitzvah. No necesita ir a la universidad o vagar por el mundo (aunque esto último puede ayudar). No, la respuesta a la autoconfianza es sencilla, práctica y está aquí y ahora: está tan cerca de usted que literalmente puede olerla.
¿No está segura de lo que quiero decir? Bien, la próxima vez que vaya, sola, al baño mírese en el espejo. Allí, de pie ante usted, devolviéndole la mirada, está la fuente de su autoconfianza. Pero hay una trampa; también son el ladrón en la noche que se la roba, son el imán que se la quita y el alcaide que define y cierra la celda en la que cree que está. Así es. USTED.
Nadie más, ni Oprah, ni el Dr. Phil, ni Tony Robbins, ni el último libro de autoayuda que acaba de comprar... nada, aunque todos ellos pueden ayudar. Es usted, usted, USTED!
Sólo soy una mujer de 31 años, pero he luchado con la confianza en mí misma desde que tengo uso de razón. Siempre pensé que cuando algo salía mal, era culpa mía, algo que había hecho o dejado de hacer, algo que debería haber hecho, que podría haber hecho, que me gustaría haber hecho, que tenía la intención de hacer. Esencialmente, pensaba que, en última instancia, yo sería el responsable y el culpable... aunque no haya tenido nada que ver.
Así que si es grande o pequeño, puedo empatizar, puedo entenderlo. Pero independientemente de cuál sea la fuente, o la fuente percibida, no importa.
¿Cuál es el secreto?
Intenté ejercicio, alcohol, meditación, mantras diarios, libros, podcasts - lo que se le ocurra. Pero hace unos meses, me detuve un momento y me fijé en algunas cosas de todas las personas seguras de sí mismas que conozco. Independientemente de lo que hicieran, ya fueran programadores, empresarios, entrenadores, contables, lo que fuera, todos tenían algunas cosas en común. Sorprendentemente, no son realmente trascendentales, pero sí esenciales.
- No tienen confianza todo el tiempo, pero lo superan.
- Cometen errores, pero eso no es el fin del mundo.
- Toman la decisión, se den cuenta o no, de confiar en sí mismos y en sus capacidades.
No todos son conscientes de ello, pero lo he visto una y otra vez. Ahora bien, no digo que siempre les resulte fácil ponerse delante de una multitud y hablar, o hacer puenting desde el edificio más alto, o saltar en paracaídas desde un avión - pero no necesariamente tienen que hacer estas cosas, no tienen que demostrar nada a nadie -. ni siquiera usted.
Por qué 60 segundos
De acuerdo, 60 segundos es un poco relativo. Pero baso la afirmación en dos cosas:
- La velocidad del pensamiento
- La capacidad de racionalizar
En cualquier momento, usted tiene la capacidad de hacer una elección, en ese momento, en ese segundo, sobre lo que hará o dejará de hacer, pensará o dejará de pensar, verá o dejará de ver. Lo hacemos en cada momento de cada día. Así que podemos tomar la decisión de tener confianza en nosotros mismos. Sin embargo, el truco está en atenerse a ella.
Por eso he puesto 60 segundos. La razón principal es que le da tiempo a ser consciente de ello, apreciarlo adecuadamente y luego a haga algo al respecto.
No tienes que ser ni vas a ser perfecta en cada momento. Nadie lo es y los que dicen que lo son te están mintiendo. Tienes que hacer una elección, la elección de creer en las decisiones que tomas, de creer en tu valía como persona, de aceptar que eres un ser humano, como todos los demás, y de vez en cuando, comete errores.
No sólo está bien, sino que además es normal y es la mejor forma de aprender y de vivir. ¡Inténtelo! Merecerá la pena. Haga la elección y base sus decisiones en esa elección. Es barato, es rápido y funciona.
Vuelva a evaluar
Le animo de todo corazón a que, de aquí en adelante, reevalúe sus decisiones y conclusiones sobre usted mismo como persona. Reevalúe cómo reacciona cuando la gente le critica; Reevalúe cómo reacciona cuando la gente le ofrece consejos; Reevalúe cómo reacciona cuando la gente le insulta, le maltrata, le olvida y le abandona.
Estos momentos, aunque dolorosos, no son necesariamente el final del camino; son sólo un momento en el tiempo, una experiencia. Todo lo que significan es lo que usted les aplica (o no). Ni más ni menos. Recuerde, usted es el carcelero. Usted se encierra y usted se deja llevar. Elija cuidadosamente sus respuestas y reacciones a las experiencias de su vida. Ellas le definen. Si tiene dudas o comete un desliz, en palabras del antiguo Primer Ministro británico:
Puede que tenga que librar una batalla más de una vez para ganarla.
Margaret Thatcher